una fábrica de silencios siembra tu bosque
eres sombra de mundo destinado a lucir su invierno
el año de pensar se ha ido a pernoctar en su arrogancia
en tu soledadentender el bosque es lo humanamente detenido
hombre pérfido
callar fue el espejismo
en la demorada muchedumbre
cansancio de ser
una sombra que hiende en esa desvirtuada parsimonia que deseas
para embestir tanta plática.
anochece
y un fábrica de aullidos te hace de bosque
silueta de hierba y légamo
hombre de aquel Prometeo moldeando las fauces para obtener
lo que esperas
la voz nocturna para celebrarpuestos a recaudo en el verso que ahora dictas
lo humanamente predecible
lo letal y lo loable
desde tu noche trocada en esta evocación
irreconocible y tácita.
I.Hernández
Montreal, 2009